lunes, 26 de mayo de 2014

Hoy es lunes...



Hoy es lunes. 
Una nueva oportunidad que me ofrece la vida para despertar y pasar unos minutos sentada, en silencio, escuchando y sintiendo mi propia respiración, el aliento de vida que entra y sale de mi ser ofreciéndome una oportunidad de renovarme cada dos o tres segundos, cansada, sí, con ganas de seguir durmiendo, sí, pero disfrutando del silencio y de la oscuridad mientras me dispongo a realizar los quehaceres de la mañana; una oportunidad para salir a la playa y notar en la penumbra el frío particularmente intenso bajo mis pies descalzos, para correr con algo de desgana y de repente sentir que poco a poco recupero fuerzas, para cambiar el pensamiento y observar la hermosa mañana y el paisaje playa-montaña en plena ciudad y sentirme bendecida por poder hacerlo, para presenciar los primeros albores mientras hago estiramientos, para gruñir por lo bajo al ver una medusa en la arena que anuncia que hoy no podré nadar con brío sino con cuidadín-cuidadín; una oportunidad para mirar a mi hijo con ternura mientras duerme, y luego molestarme al ver que no tiene sus enseres preparados desde anoche, una oportunidad para despedirme de él sin tener nunca la certeza de volver a vernos, para tomar café mientras escucho el canto del canario enjaulado del vecino del edificio de enfrente, para inquietarme ligeramente al recordar que tengo una jornada de trabajo intensa por delante, haciendo lo que me gusta, para aprender de otras personas a través de mi trabajo, para crear, para co-crear, para decidir y re-decidir si hiciera falta, para experimentar sabores y sinsabores. Tan sólo llevo unas 3,5 horas despierta y ya he experimentado un sinfín de sensaciones, un sinfín de contradicciones, un sinfín de vivencias que me recuerdan que un día más tengo la oportunidad de vivir. 
Por todo ello, tarde o temprano agradezco que sea lunes o viernes, martes o sábado, este minuto o aquel. ¡Feliz jornada!
Gracias por tu Compañía.
Y mucha Luz en tu Camino.

1 comentario:

  1. Me ha encantado el texto!
    Como desperdiciamos los momentos que suceden sin darnos apenas cuenta!Esperamos y esperamos y van sucediendo muchas cosas mientras. La riqueza de cada momento de nuestras vidas es única y tiene un sabor y sensación muy personal.Hay tantas cosas de las que no somos concientes! que si nos detuviéramos a vivirlas y sentirlas la felicidad estaría presente continuamente.

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