lunes, 17 de marzo de 2014

La escuela del siglo XXI: una propuesta

Uno de mis héroes en la actualidad: Richard Gerver.




El pionero del modelo de educación del siglo XXI. No importa el ámbito en que te muevas, recomiendo sus conferencias y entrevistas (youtube, vimeo). ¿Cómo educamos a esta generación? Una de las claves importantes está en fomentar la capacidad para hacernos preguntas (uno de los pilares de los "Entornos Inteligentes"), ya que con ella desarrollamos el discernimiento, la innovación y la creatividad. 

Cuando Gerver asumió la dirección de uno de los peores colegios del Reino Unido, que bajo su gestión se convirtió en uno de los mejores, arrancó con una pregunta: ¿Por qué el colegio no es tan emocionante como Disneyland? Y a partir de allí generaron las respuestas con las que crearon un modelo de educación pertinente al mundo actual. Encontrarás el resto de la conferencia en vídeos subsiguientes.

Gracias por tu Compañía.

Y mucha Luz en tu Camino.

lunes, 10 de marzo de 2014

Un ejemplo de Entorno Inteligente

Es 30 de enero de 1969. Los Beatles llevan 2 años sin actuar juntos y se encuentran en los estudios Apple de Londres. Estaban grabando el álbum "Let It Be". Hartos de estar hacinados en el estrecho estudio, cargaron con todo el equipo y se subieron a la azotea del edificio.  Esto es lo que ocurrió… 


Poco después el grupo se disolvió y nunca más volvieron a actuar juntos. 

Lo maravilloso de este reportaje es ver que a pesar de sus problemas internos, pueden actuar y seguir creando algo significativo como grupo. ¿Qué traían al momento presente? 

Esta tarde exploraremos los siete pilares de los Entornos Inteligentes. ¿Quieres descubrir cuáles son? Te espero con Herminia Pérez en la Cámara de Comercio de Las Palmas. Durante los próximos cuatro días celebraremos el seminario taller Creación de Entornos Inteligentes en las Organizaciones, en horario de 17:00 a 20:00. Tfno: 928 385 810.

Gracias por tu compañía.

Y mucha Luz en tu Camino.

lunes, 3 de marzo de 2014

Cómo rentabilizar la queja y mejorar las relaciones: de la queja gratuita a la queja instrumental.

Una vez vino a mi consulta un hombre que estaba a punto de dejar a su pareja porque esta no hacía más que quejarse. Llamémosle Julio a él y Emma a ella.  

¿De qué se queja ella?, pregunté.  De todo, me dijo. De mí, de su trabajo, de sus colegas, del transporte, de la limpieza, de la cocina, de los horarios, del tiempo, de los amigos, de las noticias, de la crisis. La queja se cuela hasta en la cama. 

Y tú ahora te quejas de ella, afirmé con picardía. Efectivamente. Había caído en la trampa y ahora mantenían una dinámica de acción-reacción. Emma se quejaba de algo y Julio a su vez se quejaba de su quejumbre, criticando la negatividad de ella. Y así la queja, de manera solapada y sutil, se había infiltrado en sus vidas y ahora campaba a sus anchas en cualquier contexto en el que se encontraran. Y él sentía que su relación se había desconectado de la joie de vivre y deseaba recuperarla

La cultura de la queja gratuita (sin propósito aparente) es como un parásito: molesta y es difícil de sacudir de encima. Pero también es como una relación de pareja co-dependiente en la que muchas personas están ancladas: una relación enfermiza en la que los problemas de una parte se convierten en el sustento emocional de la otra. Hay mucha reactividad y poca razón. En la queja gratuita la emotividad se posiciona muy por encima de la razón, mermando la capacidad de tomar decisiones o de planificar y ejecutar un cambio para transformar el motivo por el que surge. 

He ahí el problema de la queja gratuita: no progresa y se vuelve perniciosa. Se queda en mera protesta en lugar de evolucionar de manera proactiva hacia algo más creativo. Y es que la queja, si no se instrumentaliza, se caracteriza por la inacción y tiñe los ambientes internos (tu ser) y externos (las relaciones) de pesimismo e impotencia. La queja instrumental (y saludable) va acompañada de una exploración, una propuesta a la acción y al cambio hacia algo mejor que el motivo de la protesta. 

Entonces le entregué a Julio una libretita y le pedí que durante los siguientes siete días prestara atención a los temas de las quejas de Emma, y los fuese anotando (discretamente, claro). La semana siguiente volvió con su libretita. En la portada había pegado la siguiente exhortación:


ABANDONA LA QUEJA

Y había llenado sus páginas de curiosas anotaciones. Después de repasar el contenido de su libretita, se dio cuenta de que su mirada había cambiado: estaba más centrado en ir más allá de las formas y explorar los contenidos de las quejas de Emma. Y es que la percepción de la queja, no importa si la emitimos o la recibimos, se transforma cuando pasamos de la posición antagonista a la posición exploradora.  

Partiendo de una queja-ejemplo de Emma, pudimos ver cómo esta cumplía con varios propósitos centrales. Por ejemplo, una queja frecuente de ella era el horario de llegada al trabajo de uno de sus colaboradores: "Estoy hasta el moño de Pérez. Siempre llega a las 9:00, ¡una hora más tarde que el resto de la oficina! Y en esa hora tenemos que encargarnos de responder a sus llamadas, despistar a los clientes que intentan contactar con él a esa hora y descuidar nuestro propio trabajo…". 

Haciéndonos una serie de preguntas llegamos a la conclusión de que quejarse sirve para:
  • Poner el foco de atención en un problema, por ejemplo, el impacto de la impuntualidad de un compañero de trabajo.
  • Reforzar alguna creencia: "La impuntualidad es un problema," porque generaba contratiempos no sólo para la persona impuntual, sino también para sus colaboradores y clientes.
  • Dar salida a alguna emoción relacionada con el tema de su queja: la frustración y la impotencia del equipo, al tener que ocuparse de aspectos del trabajo que no le correspondían.
  • Expresar de manera indirecta el deseo de encontrar una (mejor) solución al problema en cuestión.
  • Conectar con la persona receptora de la queja, en este caso, su pareja. El tema de la queja era el medio de conexión, pues en torno a ella se iniciaba una conversación, por ejemplo, sobre la susodicha impuntualidad.
En esencia, lo que subyace a la queja es una necesidad que ha quedado comprometida, no cumplida o transgredida. Pero cuando verbalizamos la queja desde la inacción en el fondo lo que hacemos es algo diferente a lo que pretendíamos originalmente. 

¿Cómo impacta realmente la queja gratuita?
(1) Fomenta el inmovilismo. 
(2) Perpetúa la situación actual. 
(3) Potencia el desgaste emocional en nosotros y en otras personas. 
(4) Nos aleja de nuestros recursos internos y externos, y de nuestra creatividad e ingenio. 
(5) Merma nuestra capacidad de influir en las situaciones para transformarlas. 
(6) Nos convierte en víctimas y mártires, y no de lo que nos aqueja, sino de nosotros mismos.
Por tanto, aquello de que "El que se queja, sus males aleja" se queda en mero decir. La queja gratuita cumple un propósito de desahogo y sirve para señalar lo que no está funcionando, pero se queda anclada en despropósito si no la convertimos en queja instrumental, orientada al cambio, y la acompañamos de propuestas y acciones. 


Julio había estado quejándose de la negatividad de su pareja durante años (inacción) y  había pasado a la acción al proponerse el objetivo de transformar su situación (propuesta-acción). Ahora podía ayudar a Emma. Y así, en lugar de reaccionar a lo que consideraba la "negatividad" de ella (las formas), podía centrarse en el contenido, haciéndole preguntas que le orientaran a la acción y posteriormente orientarla al cambio para optimizar su experiencia en el entorno laboral:

¿Qué te gustaría en el contexto de la impuntualidad de Pérez? ¿Puedes hacer algo tú para cambiarlo? ¿Qué tipo de conversación tendrías con él? ¿Qué le dirás? ¿De qué forma puedes comunicarte con él de modo que obtengas su colaboración? ¿Cuándo lo harás?

Transformar la queja supone preguntar y preguntarnos: 

(1) ¿Qué es lo que quiero? 

(2) ¿Está bajo mi control/influencia conseguirlo o transformar la situación? 

(3) ¿Qué voy a hacer para conseguirlo/transformarlo? 

(4) ¿Cuándo lo haré?

(5) Si no está bajo mi control/influencia: ¿Qué puedo hacer o dejar de hacer AHORA para transformar lo que sí está bajo mi control? 

(6) Y por último, dada la situación, ¿cómo puedo cuidarme a mí y a las otras personas a las que afecta esta situación? 

De modo que la finalidad no es tanto "abandonar la queja" sino convertirla en instrumento de transformación y cambio a fin de crear entornos más inteligentes, no sólo en nuestros hogares y organizaciones, sino también en nuestro fuero interno.

Gracias por tu Compañía.

Y mucha Luz en tu Camino.


Si deseas optimizar tu capacidad de crear Entornos Inteligentes, del 10 al 13 de marzo la Coach Transformadora Herminia Pérez y yo celebraremos en la Cámara de Comercio de Las Palmas, del 10 al 13 de marzo en horario de 17:00 a 20:00, el seminario-taller "Consigue lo Mejor de tu Equipo. Creación de Entornos Inteligentes en las Organizaciones". En él exploraremos de forma práctica las 7 claves de los Entornos Inteligentes y cómo impulsarlas en las organizaciones. ¡Nos encantaría verte allí!


viernes, 28 de febrero de 2014

Consigue lo Mejor de tu Equipo. Creación de Entornos Inteligentes en las Organizaciones.




Con Herminia Perez hoy, poniendo los toques finales a nuestro proyecto de formación "Consigue lo Mejor de tu Equipo. Creación de Entornos Inteligentes en las Organizaciones." En la Cámara de Comercio de Gran Canaria, del 10 al 13 de marzo en horario de 17:00 a 20:00. Conoce y experimenta las 7 claves de los Entornos Inteligentes y cómo impulsarlas en tu organización.


https://www.camaragrancanaria.org/formativaNoCert/curso_detalle.aspx

lunes, 27 de enero de 2014

Qué hacer cuando la meta anhelada no llega

¿Cómo van esos propósitos de Año Nuevo? Ya estamos casi a finales de enero. ¿Los vas cumpliendo? ¿Ya han pasado al olvido? ¿O se han convertido en una carga que estimula en ti sentimientos de culpa y frustración porque, una vez más, se te escurre el tiempo entre las obligaciones y rutinas?

El mayor problema: las metas tóxicas

Ponernos metas y tener propósitos no tiene nada de malo. Todo lo contrario. Cuando nos proponemos alcanzar algo, la meta nos proporciona una especie de baremo que nos indica nuestro progreso hacia algo positivo, nos permite enfocar nuestra atención y conseguir no sólo la meta sino otros logros por el camino (incluidas las lecciones asociadas al mal llamado fracaso). Además, como dice Michael Neill, tener metas que alcanzar nos permite enamorarnos aun más de la vida. 

El problema de tener metas grandes, pequeñas o medianas no está en la meta en sí, sino en nuestra percepción de la misma. Y no me refiero a las metas relacionadas con la supervivencia o la subsistencia básica. A menudo desarrollamos una especie de actitud supersticiosa hacia ellas. A modo de ejemplo, ¿recuerdas tener un peluche favorito en la infancia? O a lo mejor tu hijo tiene esa mantita o paño suave que le reconforta y le ayuda a relajarse. Realmente esto es una alucinación de la mente que nos lleva a pensar que la seguridad que sentimos viene del osito, de la mantita o del paño suave. Si fuera así, los seres humanos creceríamos y asistiríamos al trabajo con el peluche, la manta o el paño atados al cinturón.

Con las metas ocurre lo mismo. Decimos "Este año quiero conocer al amor de mi vida para sentirme amado." O, "Cuando tenga mi propia casa me sentiré feliz." O "Cuando gane XXX al año podré respirar. Pero el momento de sentirnos amados, de ser felices o de respirar es ahora. Si la meta que te has propuesto no mejora la calidad de tu vida al instante, se convierte en una meta tóxica, porque lo que estamos intentando conseguir lo hemos puesto fuera de nosotros y conseguirlo se convierte en un calvario diario. 

Y es que el problema está en que cada vez que mido la distancia entre la meta y yo, esta sigue estando lejos:  "Yo estoy aquí y la meta está allí".. Y cuando llega marzo ya hemos perdido fuelle, porque yo estoy aquí y la meta sigue estando allí.

Cómo alcanzar nuestras metas a diario

La única meta que vale la pena tener es aquella que mejora tu calidad de vida al instante de proponértela, porque estimula tu pasión, tu entusiasmo, tu creatividad y tus relaciones. Pero sobre todo porque abre un camino para llegar a ti pues, en la aventura de conseguirla, activas tus recursos internos (habilidades, cualidades, ingenio).

Esta es mi propuesta. Sin abandonar tus propósitos y metas para el 2014, redefine el éxito en términos de lo que deseas experimentar, de modo que la meta la alcances a diario, de dentro hacia fuera. 

Por ejemplo, uno de mis clientes, aparte de sus metas tangibles, se propuso este año experimentar más generosidad en su vida. En todos sus contextos: profesional, familiar, personal. Todos los días se hace preguntas como: 

¿De qué forma seré generoso hoy con mi pareja? 
¿De qué forma seré generoso hoy con mis colaboradores/clientes? 

Y antes de acostarse:

¿De qué manera he sido generoso con mis hijas hoy?
¿De qué manera he sido generoso conmigo hoy?

Y así tiene la oportunidad de desarrollar una meta alcanzable, beneficiosa y con resultados contundentes, y constatables a diario, porque la generosidad, en este caso, está en su interior. La generosidad se convierte en el hilo conductor para el 2014.

Si utilizas tu brújula interna para crear una referencia de base (generosidad, alegría, tranquilidad), conviertes el viaje a la meta en un proceso mucho más dinámico. 


Con agradecimientos a Lars Howlett por permitirme publicar su hermosa foto en mi blog. www.DiscoverLabyrinths.com
Recientemente, a una cliente que dedicaba su vida, tanto personal como profesional, a  dar, dar, dar a los demás, le propuse un tema para el 2014: autocuidado extremo. Y ahora todos los días se pregunta: ¿De qué manera me cuidaré a mí misma hoy? Y por la noche: ¿De qué manera me he cuidado a mí misma hoy? Y responde a la pregunta en forma de acción. Porque desde un cuenco vacío es imposible dar agua, y su cuenco se estaba vaciando (estaba agotada). Otros clientes prefieren símbolos: alguien escogió "semillas". Y todos los días se propone las semillas a plantar y se pregunta al final del día: ¿Qué semillas he plantado hoy? ¿Cuáles han crecido y florecido?

Ahora tú

Te invito a escoger un tema para este año: ¿Cuál es una cualidad o un estado que deseas experimentar y cultivar en el 2014? Si tu tendencia es a la timidez, tu tema puede ser la valentía. Todos los días propón una o más formas sencillas de activar tu valor: hablar con alguien nuevo, escribir un artículo para un blog, decirle a alguien cercano lo que significa para ti. Y al final del día haz un repaso del tema: ¿De qué forma he manifestado mi valor hoy? Si tu tendencia es a censurar, criticar y a la negatividad, tu tema puede ser la compasión. Otros temas: creatividad, soltar (desapego), abundancia, deleite, fluir, visibilidad, amistad…

El poeta místico Rumi decía: "Ayer era tan listo que quería cambiar el mundo. Hoy soy tan sabio que me quiero cambiar a mí". De esta manera, de camino a esas otras metas, tendrás una experiencia diaria de transformación, pero transformación no entendida como un alejamiento de ti o hacia algo que está fuera, sino de ti hacia lo que ya llevas dentro para ser más auténticamente tú.

Gracias por tu Compañía. 

Y mucha Luz en tu Camino.

viernes, 24 de enero de 2014

Autocuidado silencioso

Veo en mi calendario que hoy es onomástica de San Francisco de Sales. Hace unos años leí una frase de él: "Es fundamental dedicar media hora a la meditación; si estás muy ocupado, entonces precisarás de una hora”. Y por meditación no creo que se refiriera necesariamente a sentarnos y hacer "OM" (que también), o estar en un estado de mística contemplación (¡que también!). Creo que sus palabras apuntan al beneficio (y necesidad) de todo ser humano de dedicar un tiempo al autocuidado, al silencio, a la quietud. Lo escribo para compartir, pero sobre todo para recordármelo a mí misma  . Al final nos permite dar más en todos los sentidos.

Te invito (va por mí también), desde que llegues al punto al final de esta frase, a estar dos minutos sin hacer nada, en silencio.




Gracias por tu Compañía.

Y mucha Luz en tu Camino.




lunes, 13 de enero de 2014

Cómo dejar de preocuparte


Toda preocupación nos lleva hacia el pasado o hacia el futuro. Por eso, la preocupación es una señal para regresar. Una invitación para traer mi presencia al aquí y el ahora, donde único puedo influir y donde están todos mis recursos internos y externos para transformar una situación. En cuanto me noto preocupada, imagino a mi Sabiduría Interna llamándome: "¡Regresa! Te necesito. Aquí y ahora."

Fuente imagen: droidforums.net
Mucha Luz en tu Camino. Y gracias por tu Compañía.